La majestuosidad y belleza del cañón de Chicamocha lo han convertido en uno de los lugares más visitados en Colombia por turistas nacionales y extranjeros, y el parapente es una de las mejores opciones para practicar deporte extremo en este paraje de la geografía nacional. Durante el vuelo en parapente sobre el cañón se alcanzan alturas superiores a los 2.000 msnm, y se puede observar, además de hermosos paisajes montañosos, la confluencia del río Chicamocha con el río Suarez y el río Fonce. También pueden divisarse los municipios de esta región del departamento de Santander, como San Gil, Curití, Aratoca, Cepitá, La Mesa de Los Santos y Jordán. Realizar parapente en el cañón del Chicamocha es un ejercicio de libertad y relajación propicio al goce de experiencias sensoriales únicas.

Muy cerca del Parque San Agustín, reconocido por sus joyas arqueológicas, y del imponente Macizo Colombiano, el nacimiento del río Magdalena, en el departamento del Huila, brinda la oportunidad de practicar el rafting en balsa inflable, sorteando rápidos de nivel 2 (para principiantes) a 5 (para experimentados), mientras el río baja atropellando con furia las rocas que obstruyen su camino, por pendientes pronunciadas que exigen maniobrar de inmediato. Con el permanente riesgo de ser arrojados fuera de la balsa, los rafters deben ceñirse a las órdenes del guía y sortear los recovecos del río, que ni siquiera dejan tiempo para admirar el paisaje.

También llamada Teyuna o Buritaca 200, Ciudad Perdida es uno de los mayores tesoros arqueológicos de Suramérica y del mundo, y el padre de la aventura trekking en Colombia. Acceder a la compleja arquitectura del centro de la antigua civilización Tayrona, que se remonta a los primeros siglos de nuestra era y se preserva en excelentes condiciones, requiere recorrer un trayecto exigente de mínimo 4 días y cerca de 50 km de ida y vuelta por la Sierra Nevada de Santa Marta, en compañía de un guía local, a través de terrenos difíciles y paisajes asombrosos con innumerables fuentes de agua. Al final se llega al inicio de la imponente escalera de 1.200 peldaños que sirve de antesala a la Ciudad Perdida.